La bicicleta es movilidad eficiente

La bicicleta es movilidad eficiente

El ciclismo urbano está en auge y me he propuesto un objetivo desde hace algunos años: promoverlo y fomentarlo, para lo cual se me han ocurrido muchas formas de hacerlo, pero una de ellas es usar la bicicleta todos los días y mostrar en carne propia su eficiencia en la ciudad frente a la ineficiencia manifiesta de los vehículos motorizados.

La ciudad de Buenos Aires tiene un diseño que invita a andar en bicicleta, pedalear en sus calles y avenidas es un disfrute que podemos darnos quienes elegimos este medio de transporte todos los días, solo que esa experiencia debe ser placentera, y para que eso ocurra el ciclista debe ser acompañado por una infraestructura urbana que facilite sus viajes, que los haga más cómodos, seguros y agiles.

Andar en bicicleta es fácil, y todos pueden hacerlo, desde un niño pequeño hasta una persona de avanzada edad, solo es cuestión de proponérselo y junto a eso debemos dar impulso a cuestiones de forma y fondo que solo la voluntad política de nuestros funcionarios puede ofrecer con la férrea convicción de saber que lo que hagan beneficia a las personas y al entorno donde conviven cada día.

Sin exagerar demasiado, me imagino una ciudad llena de bicicletas, donde cada persona pueda moverse con mayor libertad de un lugar a otro, ocupando menos espacio, contaminando mucho menos y favoreciendo la circulación en las calles, evitando obviamente el congestionamiento vehicular. De esa manera, aquellos que aún necesiten usar un auto por cuestiones de trabajo o de imposibilidad física se vean también beneficiados respecto de circular de igual manera por calles atestadas de otros autos.

¿Por qué decimos que la bicicleta es el vehículo más eficiente para moverse por la ciudad?

La bicicleta puede circular por todos lados, inclusive hasta por la vereda si caminamos junto a ella, y también podríamos subirla a un tren o subte u optar por el servicio público de bicicletas, que puede ser gratis o pago, y hacer tramos pequeños con ellas hasta un terminal de tren o colectivos o subte y luego proseguir viaje. En cambio, el auto te condena a seguir hasta tu destino en el mismo vehículo por lugares complicados de transitar y cuando finalmente llegas te encuentras ante la posibilidad cierta de no encontrar lugar para estacionarlo, y todo esto se transforma en ineficiencia pura porque con la bicicleta ya hubieras llegado, más feliz, mejor predispuesto, con mejor humor, más despierto, oxigenado y con la certeza de haber contribuido enormemente al saneamiento urbano.

¿Aún no estas convencido de lo que digo?

Para poder entender un poco mejor este tema de la eficiencia deberías subirte a una bicicleta cualquier día y experimentar la sensación de libertad que ella te brinda, las enormes posibilidades de ver la ciudad de otra manera, de disfrutar tu viaje, de sentir que no estas perdiendo el tiempo, que con cada pedaleo ganas en todo sentido y dejas afuera la desazón que causa tener que estar atrapado en el tránsito.

Andar en bici es saludable, es libertad, es económico, eficiencia, ecología, sustentabilidad…

¿Necesitas más razones para empezar a usar más la bicicleta?