Una ciudad a escala humana

Una ciudad a escala humana

Las ciudades fueron creciendo y desarrollándose durante estos últimos 100 años alrededor del crecimiento de la industria automotriz, pensando que la irrupción del automóvil iba a facilitar la forma de movernos y que los viajes de las personas iban a ser más agiles, placenteros y eficientes.

Han pasado las décadas y hoy salimos a la calle y todo eso que pensaron los desarrolladores de época han quedado enterrados ante la evidencia irrefutable de que el auto se ha transformado en el mayor problema que acarrean las ciudades en términos de movilidad, transporte, contaminación y seguridad vial.

Ahora nos preguntamos si hay algo que se hizo mal, y en mi opinión no creo que se haya hecho algo mal, lo que no se hizo es haber pensado que podría haberse hecho mejor, es decir, no pensar tanto en como moverse en auto sino en que espacio le íbamos a destinar a las personas y seguir el derrotero automotriz a la par del crecimiento de una ciudad que esté preparada para darle comodidad, eficiencia y seguridad a la movilidad de las personas, en lugar de seguir insistiendo en quitarles espacio para meter más autos.

Una ciudad pensada para las personas, obviamente le quitaría poder a la industria automotriz, porque sencillamente no habría espacio para más autos, y la producción no sería tan grande como lo es hoy, aunque actualmente y por fortuna algo está cambiando, hay algo en el aire que muy sutil, lenta y progresivamente va tomando forma, y es nuestro deber acompañar ese cambio para ayudar a que nuestras ciudades vuelvan a tener el esplendor de antaño, donde caminar o andar en bicicleta no era lo riesgoso que supone hacerlo hoy.

Las calles de la ciudad deben ser transformadas de tal manera que salir a caminar o andar en bicicleta no suponga un riesgo, que si tienes que usar el auto sepas que solo te va a servir y ser más eficiente para largas distancias y fuera de la ciudad, que usar el transporte público no tenga que ser una aventura inhumana, que ir a la escuela o salir con amigos en bici pueda ser parte fundamental del momento y disfrutarlo.

Una ciudad a escala humana, es facilitarle la movilidad a las personas, en lugar de hacérsela más miserable y peligrosa. ¿Por qué debemos seguir pensando donde meter más autos o pensar por donde deberían circular, si ya sabemos lo que ocurre cuando hacemos eso? ¿Por qué mejor dejar de producir tantos autos, o producir solo los extremadamente necesarios, y dedicarnos masivamente a la producción de modos de transporte más seguros, eficientes y económicos? Preguntas que debemos respondernos cuando vemos como nuestras ciudades se van colapsando rápidamente ante nuestros ojos.

Los autos han sabido destruir las ciudades y ahora nos toca reconstruirlas, pero sin ellos. Todo depende de nosotros, de nuestra voluntad por generar pequeñas acciones cada día que fuercen ese cambio y nos sumerja paulatinamente en un espacio que podamos disfrutar, y no padecer.

Muchos decimos que si una ciudad la pensamos con los ojos de nuestras infancias, habremos recorrido el camino correcto, porque no hay nada más seguro que hacer calles que pueda disfrutar la niñez, y por consiguiente todos nosotros.

Les dejo un resumen de un Masterclass que dio Gehl Architects en Buenos Aires en 2016 https://youtu.be/3TwS4JYynmI

Yo ando en bicicleta

Yo ando en bicicleta

Si me preguntan como me muevo por la ciudad, les digo que me muevo en bicicleta, y eso automáticamente dispara otras varias preguntas que se relacionan directamente con la comodidad y la seguridad.

Andar en bicicleta no es difícil, y todas las personas pueden hacerlo. Andar en bicicleta es inclusivo, ya que no distingue ni edad, ni origen racial, ni género ni condición social alguna, ni siquiera las capacidades físicas de una persona impiden que pueda andar en bicicleta, porque sabemos que hay bicicletas adaptadas para casi cualquier tipo de dificultades físicas, incluso gente no vidente podría andar en bicicleta con el acompañamiento adecuado.

Yo adopté la bicicleta desde hace ya algunos años como mi modo de transporte diario para ir a trabajar (“commuting” es su traducción al idioma inglés) y es algo de lo que no me arrepiento en absoluto e intento transmitirlo toda vez que puedo.

Al principio fue algo complicado arrancar porque había circunstancias climáticas y de infraestructura que me hacían dudar sobre las posibilidades de moverme en bicicleta por una ciudad complicada, pero con el paso del tiempo, mi voluntad, y con unas ganas enormes de querer hacer algo diferente por mi ciudad, es que fui encontrando la forma de ir resolviendo esos enigmas y “complicaciones” a la hora de subirme a la bicicleta. Encontré mi ritmo, la ropa adecuada para cada necesidad y los lugares por donde circular dependiendo del día y la hora. Todo eso me permitió conocer más y mejor la ciudad y sus rincones.

Y así fue que con cada día me fui dando cuenta que el agua era solo eso, que no cae acido del cielo, que no somos de azúcar, que si hace frio me abrigo y si hace calor voy fresco, que la calle es la misma para todos y que tenía la libertad de ir por donde me llevaran mis dos ruedas, siempre haciéndolo con respeto y empatía, porque entendí que esa era la única manera de usar la bicicleta y promover su uso, más allá de todo lo que ella nos ofrece desde su nobleza, su simpleza y su inmensa capacidad para brindarnos felicidad.

La bicicleta me ofreció un sinnúmero de posibilidades para conocer gente, para ver la ciudad con otros ojos, para sentir que podía moverme con comodidad, sin pérdidas de tiempo, ahorrando dinero, y permitiendo que mi cuerpo entendiera las bondades del ejercicio físico, que no es poco a la hora de hablar de la bicicleta como un incentivo para mejorar nuestra salud y llevar nuestro cuerpo y nuestra mente a otro nivel.

Para andar en bicicleta no se requiere de habilidades extremas, ni de mucho dinero, ni de grandes obras de infraestructura, sino de tener ganas de movernos de forma eficiente, económica, liviana, limpia y segura.

Todos podemos andar en bicicleta, aunque creamos que hay algo que nos pueda doblegar, lo importante es conseguir que la mente acompañe esas ganas de querer subirnos a la bici y empezar a transitar el cambio, porque creo que tenemos en la bicicleta una herramienta que nos da el poder suficiente para lograr que la ciudad sea un lugar que podamos disfrutar, solo o en familia, con amigos, para ir a trabajar o a estudiar, o hacer compras, o simplemente pasear.

Ahí nos encontraremos, andando en bici, porque el espacio ya existe, solo hay que hacerlo nuestro.

Día Mundial Sin Auto

Día Mundial Sin Auto

Hoy se me ocurrió escribir algunas líneas sobre lo que significa celebrar el Dia Mundial Sin Auto, y es que no se trata de prohibirle a la gente que lo use, sino a transmitir un mensaje relacionado con el uso eficiente de modos diferentes de movilidad y transporte que contribuyan a mejorar las condiciones medio ambientales y de seguridad vial en las que vivimos expuestos diariamente.

Es recordarle a la gente que hay otra manera de moverse, que no estamos obligados a movernos en auto, que podemos buscar alternativas que ya existen y que nos pueden resolver diferentes circunstancias de la vida cotidiana.

Usar el auto de forma indiscriminada solo porque lo tenemos insertado en nuestra cultura es de un nivel de mediocridad tal que excede cualquier análisis, porque somos mucho más inteligentes que eso, y tenemos la posibilidad de demostrarlo.

La experiencia es algo que va creciendo con nosotros y que nos forma el carácter. Si no experimentamos nos quedamos estancados en nuestra zona de confort y la vivencia se torna estática, aburrida, inexpresiva, sombría y abrumadora, lo que nos lleva irremediablemente a seguir inmersos en un camino que nos devuelve siempre al mismo lugar.

Celebrar el Día Mundial Sin Auto es decirle a la gente que, a fuerza de voluntad, intente dar ese paso y sacarse de la cabeza esa cultura auto-céntrica al menos por un día, y vivir una experiencia diferente y a la vez enriquecedora. No pierdas mas el tiempo dando vueltas, la movilidad sustentable no es una moda, es un camino en línea recta hacia el futuro de la movilidad urbana, y no es el capricho de un loquito que anda en bicicleta, sino una necesidad de nuestras ciudades para mejorar nuestra calidad de vida.

Rosario, La Meca ciclista de Argentina

Rosario, La Meca ciclista de Argentina

10mo Foro Mundial de la Bicicleta

Se acerca la apertura del 10mo. Foro Mundial de la Bicicleta en la ciudad de Rosario (Argentina), pero no voy a hablar sobre la historia de los Foros ni voy a hacer una retrospectiva, solo voy a hablar de la importancia que tiene instalar a la bicicleta en las agendas gubernamentales, no solo de Argentina sino también del mundo, como herramienta social y piedra fundamental en el desarrollo socio-cultural de nuestras comunidades.

La bicicleta se sabe, es un modo de transporte eficiente, limpio, saludable y seguro, pero también puede formar parte de nuestra cultura diaria, y que mejor que hablar de ella, de todo lo que puede aportar al desarrollo de nuevas generaciones para mejorar nuestra calidad de vida.

El Foro Mundial de la Bicicleta es un evento que intenta visibilizar el trabajo participativo y autogestivo de la sociedad civil, utilizando a la bicicleta como impulsora de un cambio socio-cultural que nos debemos desde siempre, y que nunca terminamos de redondear, ya sea por falta de acompañamiento de la sociedad o falta de gestión gubernamental.

En lo personal creo que hay razones suficientes y necesarias para creer que fomentando fuertemente la movilidad activa, lograremos vivir significativamente mejor, pero eso solo se consigue si se trabaja de forma coordinada con los gobiernos, porque no hay otra forma de gestionar el cambio de paradigma si no nos sentamos en la misma mesa de trabajo.

El Foro trata de socializar, mover, proteger, enseñar y principalmente crear conciencia sobre la importancia que tiene movernos de forma saludable y segura, y es por eso que este año se plantean 5 ejes temáticos alrededor de todos los temas que se tratarán en este evento, y que abarcan un amplio abanico de posibilidades que nos da el uso de la bicicleta:

Eje 1 Cultura en Movimiento, porque la bici es arte, recreación, deporte, cultura y todo aquello que nos llena el alma.

Eje 2 Conocimiento en Movimiento, porque la bici nos enseña que podemos ser mas respetuosos, que podemos ejercer la empatía de mil formas diferentes y que incorporada a la enseñanza básica y universal nos fortalece como ciudadanos/as.  

Eje 3 Masas en Movimiento, porque en bici todos podemos movernos y eso genera un sano contagio y una integración cultural sin límites.

Eje 4 Ciudades en Movimiento, porque la bici y la ciudad deben estar en sintonía, sentir que las calles nos pertenecen y que esa sensación de pertenencia nos permita modificar el entorno para mejorar nuestra calidad de vida.

Eje 5 Acción Climática, porque la bici no genera gases de efecto invernadero, y nos permite respirar un aire más limpio, lo que redunda en una mejora significativa en la salud pública y nos ayuda en la lucha contra el deterioro ambiental de nuestro planeta.

Como pueden ver, la bicicleta es claramente mucho más que un cuadro de metal con dos ruedas, con ella podemos modificar nuestra conducta a través de nuestra forma de movernos, lo que nos ayudará consecuentemente a vivir mejor y en armonía.

Andar en bicicleta es mucho más que pedalear, es entender que hay una mejor forma de movernos, que podemos ser mejores personas por el solo hecho de usar un modo de transporte que conecta, relaciona, interactúa y sostiene un estilo de vida descontracturado y fuera del statu quo establecido por más de cien años de reinado de la industria automotriz que sistemáticamente fue castigando nuestras ciudades, y que casi acompañamos inconscientemente, inmersos en viejos conceptos y lemas de desarrollo y progreso que solo nos ha llevado a un mundo que parece no tener rumbo, y que muchos queremos cambiarlo.

El Foro Mundial de la Bicicleta se realiza este año en la ciudad de Rosario (Argentina), desde el 15 al 19 de septiembre. Una ciudad que ha demostrado con los años ser un ejemplo de activismo ciclista y que nos ha mostrado por donde debemos ir. Hacia allá vamos, hacia un mundo donde andar en bicicleta o caminar sean actos seguros y conscientes de lo que dejamos para las futuras generaciones y por un mundo mejor.

Para saber más acerca del Foro podes consultar su página web, sus redes sociales o su canal de Telegram.

Website https://fmb10.org/

Twitter https://twitter.com/ForoMundialBici?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Eauthor

Instagram https://www.instagram.com/foromundialbici/?hl=es

Facebook https://www.facebook.com/ForoMundialBici

Telegram https://t.me/fmb10

Mi ciudad: ¿un lugar amigable y seguro?

Mi ciudad: ¿un lugar amigable y seguro?

Desde hace más de un siglo que las ciudades vienen siendo concebidas primordialmente para la circulación de vehículos motorizados, desplazando hacia un oscuro rincón a la movilidad activa. Este cambio ha generado con el paso del tiempo una infinidad de inconvenientes, principalmente el profundo deterioro de nuestra calidad de vida.

El espacio del que antes disponían las personas, hoy ya no está, porque le fue cedido progresivamente a la pujante industria automotriz; hay avenidas, más calles, más avenidas más anchas, autopistas urbanas, más autopistas y más anchas, centros de compras, grandes y más grandes, con enormes playones para el estacionamiento de autos, y muchas cosas más que han movido de lugar a las personas.

Ese enorme espacio que se le dio a la movilidad insalubre y que en algún momento se entendió como “progreso”, debe ser recuperado, porque hoy es un lugar inseguro tanto para caminar como para andar en bicicleta.

Si queremos ciudades amigables debemos trabajar para que la movilidad sea eficiente, segura y saludable y consecuentemente seguir fomentando la caminata, andar en bicicleta y que el transporte público sea cómodo y ágil, pero para lograr eso tenemos que seguir reclamando ese espacio, hacerlo propio, legitimar nuestro derecho a circular por un espacio que nos fue arrebatado por el poder de una industria que supo mercantilizar un modo de transporte que hoy estaría envejeciendo a causa de su fracaso.

Hoy ya no es posible salir a caminar sin estar pensando en los riesgos que implica ese simple acto, y no porque sea inseguro caminar, sino por el riesgo al que estamos expuestos debido al diseño de nuestra ciudad que privilegia una movilidad obsoleta e ineficiente.

Cuando decimos que las calles deben estar abiertas, lo decimos desde la necesidad de devolverle ese espacio a las personas, porque hoy esas calles se consideran cerradas, vedadas, prohibitivas y sin posibilidades de ser disfrutadas.

El mundo hoy esta viviendo un cambio paradigmático en materia de movilidad a raíz de la pandemia que nos azota, y en ese contexto tenemos la obligación de buscar herramientas que nos permitan aprovechar los espacios y brindarle a la gente un lugar donde se sienta cómoda, donde caminar o andar en bicicleta no represente un desafío, sino un disfrute, donde la calle sea un lugar de encuentro y esparcimiento y donde podamos movernos libremente para desarrollar nuestras tareas cotidianas de forma segura.

Las ciudades son de las personas y deben ser construidas para las personas, si no lo son, debemos reconstruirlas. Por la refundación de nuestras ciudades, por la recuperación de espacios desaprovechados, por la integración de la ciudadanía en lugares donde reine la equidad, el respeto y la empatía. Quienes hoy tienen la responsabilidad de gobernar nuestras ciudades deben tener el coraje, la voluntad política y el compromiso suficiente y necesario para diseñar y planificar el espacio en función de las personas y no de los autos, porque está demostrado que no se puede tener un lugar seguro, limpio y saludable si seguimos pensando espacios para quienes van en auto.

La bicicleta: felicidad en dos ruedas

La bicicleta: felicidad en dos ruedas

Se me ocurre escribir sobre la bicicleta (¡que novedad!) porque hoy se celebra el Dia Mundial de la Bicicleta, y es justo reconocer la importancia que tiene su existencia en función de lo que representa como modo de transporte saludable, eficiente, ecológico, económico y seguro.

Hoy celebramos su día, porque en bicicleta experimentamos sensaciones placenteras, la bicicleta nos permite comunicarnos con el entorno, nos conecta socialmente, nos da una herramienta de pacificación, nos coloca en el ápice de la pirámide de la movilidad urbana junto con los peatones y eso, entre muchas otras razones, nos da un motivo para celebrar.

Andar en bicicleta nos transporta a otra dimensión, potencia nuestra concentración, nos da energía adicional para afrontar las responsabilidades que cada uno de nosotros tenemos cada día, nos motiva a seguir usándola y es fuente de inspiración para cualquier cosa que quieras hacer.

No importa la edad que tengas, a todos nos modifica la vida usar la bicicleta, porque sin importar para que la uses, lo importante es usarla y eso ya transforma nuestra calidad de vida.

Andar en bicicleta da placer, transforma un día gris en un día brillante aún si el cielo anuncia una lluvia inminente, porque que importa mojarnos un poco si lo que importa es ser feliz y como dicen quienes más saben de ciclismo urbano: “no somos de azúcar”.

Hoy se celebra a la bicicleta, se celebra poder ser parte de un movimiento que busca generar empatía, porque sin ella la vida sería aburrida, las calles serían más inseguras, el aire sería más irrespirable y tu llegada a destino sería más caótica.

¿Cuántas veces escuchamos decir que en bicicleta llegas a todos lados y nunca llegas tarde? Quienes la usamos diariamente podemos confirmar la certeza de esa definición, y no hay nada en este mundo que pueda evitar eso, excepto una indeseable pinchadura.

¿Qué vas a hacer desde hoy? ¿Sacarás tu bicicleta, la pondrás en condiciones y saldrás a rodar? ¿No tienes bicicleta? Siempre hay una tienda abierta que tiene la bicicleta ideal para vos y dispuesta a hacer feliz a otra persona. ¿No sabes andar en bicicleta? Siempre se puede aprender, porque nunca es tarde, y porque hay mucha gente que está dispuesta a ayudarte. ¿No quieres salir solo/a a andar en bici? Busca quien te acompañe, un/a amigo/a, familiar o alguien que tenga la voluntad de acompañarte. La bicicleta es la felicidad en dos ruedas, es la forma mas divertida de moverse, es saludable y ciertamente nos brinda muchos beneficios. No hay forma de no celebrar su día, y mañana y siempre.

Prosperidad

Prosperidad

Desde pequeño me han transmitido que comprar un auto era sinónimo de prosperidad. ¿Prosperidad para qué? ¿para gastar más dinero?, ¿para depender del combustible?, ¿para poder ir más lejos? ¿para afectar mi salud por contaminación?

Ese mensaje relacionado a la prosperidad siempre acompañó mi crecimiento hasta hacerse carne en mí, y ahora que soy más grande, he vivido la mitad de mi vida y he aprendido muchas cosas, me fui dando cuenta que hay otros factores que inciden directamente en la prosperidad y no necesariamente están relacionados con lo material.

Comprar un auto está bien, yo tengo uno y lo uso muy poco, pero si hablamos de prosperidad tendremos que pensar en que beneficios nos genera esa cosa material que dicen darnos felicidad, y de pronto solo escucho quejas al respecto: aumentó el seguro, la patente, hay mucho tránsito, no tengo lugar para estacionar, aumentó la gasolina, se me rompió el auto, me quede sin batería, etc.

¿Qué beneficios tiene comprarse un auto si nos va a traer más complicaciones y gastos? Creemos que comprando un auto vamos a tener una mejor calidad de vida, y en lo personal creo que en lo único que contribuimos es en promover un modo de transporte ineficiente, contaminante y que genera sedentarismo. “…Pero puedo viajar más lejos en menos tiempo”, escucho que dicen por ahí, y quizás solo en eso puedo estar de acuerdo, pero eso no es prosperidad.

El automóvil ha ganado un espacio significativo en nuestras vidas, los fabricantes han sabido introducirnos bajo mecanismos de persuasión, un vehículo que ha revolucionado de cierta manera la forma de movernos, pero que a lo largo del tiempo ha modificado negativamente la vida en nuestras ciudades. En este sentido mi reflexión de hoy es muy breve, pero creo que debemos detenernos en pensar que la prosperidad no pasa solo por comprar un auto o cosas materiales que nos “complementen”, sino en conseguir mejorar nuestra calidad de vida sin esa necesidad irrefrenable de tener que comprar algo que a largo plazo nos convierta en personas dependientes de esa cosa que alguna vez fue “prosperidad”, pero ya no lo es.

Todos pueden andar en bicicleta

Todos pueden andar en bicicleta

Muchas veces he oído a algunas personas decir que en bicicleta no se puede ir a trabajar, no se puede llevar a los/as niños/as a la escuela, no se puede ir al mercado, o a estudiar, que transpiras mucho, que tienes que ser una persona joven y atlética, que el calor, el frío y la lluvia y no sé cuántas cosas más.

Lo cierto es que nada de todo eso es verdad. Se pueden hacer todas esas cosas y muchas más, y pasarla bien a la vez y ayudar a mantenernos saludables, porque la bicicleta ha logrado, a lo largo de su larga historia una simbiosis con las personas difícil de igualar. Se han conjugado factores miscibles que hacen de las personas y las bicicletas un todo que ofrece versatilidad, seguridad, amabilidad y por sobre todas las cosas ofrece moverte de forma eficiente por la ciudad.

Todos/as pueden andar en bicicleta, hay de todo tipo y para todas las necesidades, solo hay que salir a buscar la bicicleta que mejor se adapte a tus requerimientos de movilidad.

Aquellas personas que siguen insistiendo desde la supuesta “comodidad” del auto sobre que la bicicleta no es un vehículo para la ciudad, deberían bajarse un poco del auto y experimentar algo diferente que seguramente les hará cambiar de parecer. Los resultados están comprobados.

No quiero que interpreten esto como una imposición, porque no se trata de obligar a la gente a usar la bicicleta, sino de incentivar y fomentar su uso para muchas cosas que el auto no puede darte con la libertad y le eficiencia que si te da este noble vehículo.

Yo me volví a subir a la bicicleta hace casi 8 años, después de muchísimos años sin ni siquiera tener una y lo que experimenté fue sorprendente. Me encontré con un modo de transporte que llenó mis días, los hizo mas llevaderos, y mis viajes se transformaron en algo placentero, mejoró mucho mi estado físico, e hizo que la ciudad respire un poquito mejor; dicho así pareciera que mi bicicleta es la solución, pero es solo un granito de arena que junto a muchos otros pueden hacer de esto una enorme playa de alegres ciclistas que contribuyan a dar respiro al entorno en el que nos movemos, que hoy es irrespirable.

Todos pueden andar en bicicleta, solo hay que encontrar el ritmo y salir, el resto se acomoda solo. La ropa no es problema, uno aprende a vestirse de la forma más adecuada en función del clima reinante. Yo aprendí, experimenté, me equivoqué, corregí y acá estoy, sin usar otra cosa mas que una bicicleta para moverme, con frio o calor, y hasta bajo la lluvia.

No crean que soy el loquito de la bicicleta, aunque alguno/a se empecine en llamarme de esa forma, solo soy una persona como cualquier otra que entendió que a la bicicleta no hay que tenerle miedo, que no hay que ser un loco para subirse a ella en verano o cuando llueve, entendí que podemos ser conscientes del daño que hacemos si seguimos moviéndonos arriba de vehículos contaminantes, ruidosos, ineficientes e inseguros. Aprendí que soy capaz de generar el cambio, promoverlo y de transmitir una pasión que se adquiere fácilmente, solo es cuestión de voluntad, porque imposible es lo que no se hace.

No se trata de moverse solo en bicicleta, sino de andar más en bicicleta. Podes moverte como quieras, pero en bicicleta siempre es mejor.

Covid-19. La pandemia y… ¿el nacimiento de un nuevo orden mundial en movilidad urbana?

Covid-19. La pandemia y… ¿el nacimiento de un nuevo orden mundial en movilidad urbana?

El mundo atraviesa hoy por una pandemia sin precedentes en los últimos 100 años de historia, y nos toca vivirla de cerca. ¿Cómo sobrellevar este momento y como afecta esto a nuestra vida cotidiana en lo emocional, económico y social?

Muchos países tienen hoy cerradas sus fronteras, ciudades bloqueadas totalmente y en emergencia sanitaria, donde proponen un aislamiento preventivo obligatorio, aconsejando quedarse dentro de las casas, y solo salir a la calle para compras indispensables como ser alimentos y medicamentos.

bairesdesierta

Hay muchas actividades que son indispensables para que una ciudad y su economía no colapsen, y es ahí donde nos planteamos el dilema ante la necesidad de moverse que tienen muchas personas cuyos empleos se encuadran dentro de esas actividades indispensables como ser personal de salud, seguridad y transporte por citar solo algunas.

Todos/as sabemos la importancia que tiene el transporte en la vida de las personas, porque necesitamos de eso para la industria y para trasladarnos diariamente y lo relevante de la forma en la que nos movemos. Usamos tren, bus, subte, auto, bicicleta o caminamos, pero nos movemos permanentemente y eso hoy nos enfrenta ante la inexorable realidad de tener que quedarnos quietos y aislados.

Quedarnos quietos no forma parte de nuestras vidas, todo lo contrario, necesitamos movernos no solo para ir de un lugar a otro, sino ante la búsqueda permanente de lugares que nos mantengan activos, ya sea en el trabajo, en la escuela, la universidad, en una reunión con amigos o comprar en el supermercado.

Si nos dicen que debemos quedarnos en nuestra casa, pero trabajamos en un centro de salud, eso nos pone en una encrucijada, ¿Cómo hago para llegar a mi lugar de trabajo de forma segura para evitar aglomeraciones y cumplir a la vez con la disposición de mantener distancia y el aislamiento? Si vivo muy lejos de mi trabajo debo optar por un modo de transporte masivo que me permita hacer grandes distancias en un corto lapso de tiempo y ahí pensaría en usar el tren, bus o subte, pero ¿si vivo cerca? Tengo dos opciones saludables y eficientes, caminar o usar la bicicleta.

¿Por qué no considero el auto como modo de transporte seguro y saludable? Sencillamente porque el auto no es seguro ni saludable, ocupa mucho espacio y eso perjudica enormemente a quienes optan por usar el bus para llegar a destino ya que comúnmente comparten el espacio público. Si hay menos autos, hay más espacio y si hay más espacio el bus funciona mejor, sus frecuencias mejoran y si consideramos en estas circunstancias donde muchas personas pueden trabajar a distancia y no necesitan ir a sus lugares de trabajo habituales, entonces hay más espacio en el transporte público, que es más eficiente y económico que el auto, y menos emisiones contaminantes en el aire, que hoy necesitamos que sea lo más limpio y respirable posible.

Si hablamos de la bicicleta, podemos decir que es el vehículo ideal para moverse en cortas y medias distancias y a la vez cumplir con el aislamiento social que se requiere en esta situación delicada en la que estamos; es versátil, es ecológica, es saludable, es eficiente y es divertida.

¿Qué podemos agregar a esto de movernos con responsabilidad y pensando en el resto de las personas que tienen que moverse para ir a trabajar? Si vos estas en ese grupo de personas que pueden trabajar a distancia, es un buen momento para empezar a organizar y promover esta modalidad de trabajo cuando la situación se normalice, y ¿cuál sería el objetivo de todo esto? Justamente intentar que menos personas tengan que moverse cada día para ir a sus lugares de trabajo, con el consecuente beneficio que generaría darle más espacio a quienes tengan la obligación de moverse para ir a trabajar. De esta manera solucionaríamos de forma eficaz el tema de la aglomeración de personas en el transporte público y descongestionaríamos el tránsito.

Esta situación que estamos viviendo en el mundo nos genera desconcierto, ansiedad, angustia, depresión y lo mejor que podemos hacer es usar todas esas sensaciones como herramientas para generar contenidos, aprender, idear maneras sostenibles de vivir de forma más saludable, consumiendo solo lo que necesitamos, moviéndonos solo si es necesario, usando más el transporte público, caminar y andar en bicicleta. Esto nos tiene que servir de aprendizaje, y debemos sacarle provecho al encierro poniendo en funcionamiento algo que todos tenemos, la capacidad de reinventarnos ante la adversidad, de pensar que hicimos mal para no volver a hacerlo, de leer y reflexionar sobre aquellas cosas que pueden beneficiarnos frente a todas aquellas que nos han puesto en el lugar de indefensión donde estamos parados hoy.

Hoy solo quiero pedirles que nos tomemos el tiempo de reflexionar, estamos en casa y podemos hacerlo, sobre las cosas que estamos dispuestos a cambiar cuando esta situación global se normalice. ¿Qué hábitos vas a cambiar, como vas a seguir moviéndote, de qué manera y donde tomaras tus responsabilidades laborales, como será tu consumo cotidiano?

De esta vamos a salir, lo importante es saber que cosas cambiarán en nuestras vidas e intentar adaptarnos a un nuevo orden de cosas.

¡QUEDATE EN CASA! Te lo decimos en varios idiomas.

El espacio público es de todos.

El espacio público es de todos.

El espacio público es de todos, pero ¿sabemos cómo cuidarlo y respetarlo?

Cuando uno sale a la calle se ven muchas cosas, pero una de las cosas que más molestan y contaminan el paisaje urbano es el poco apego que tienen las personas a cuidar el espacio público.

Tirar basura al piso, escupir, no limpiar la caca de perro, el bocinazo, son acciones contaminantes, que comparado con lo que hacen quienes conducen vehículos motorizados al subir su automóvil a la vereda, o bloqueando una senda peatonal o rampa para personas con movilidad diferente o circular por donde no se debe, si bien no constituyen un atenuante, generan un ambiente urbano inadecuado, nocivo y muchas veces irrespirable.

Cuando hablamos de espacio público nos enfrentamos a diferentes escenarios, pero especialmente aquellos que creemos que pueden compartirse y aquellos que no.

Si hablamos de un parque, decimos que es un espacio de recreación y convivencia compartido solo por personas, no puede ser usado por vehículos motorizados, y quizás la bicicleta sea el único vehículo que pudiéramos poner dentro de un parque, y ¿saben por qué? Simplemente porque es un medio de transporte ecológico y no destructivo, con lo cual podemos decir que en el parque vemos personas caminando, jugando, descansando, tomando sol y por qué no, andando en bicicleta, pero ¿qué pasa en la calle? Eso también es espacio público y ahí el tema cambia, porque quienes circulan en vehículos motorizados ya no respetan ese espacio público como deberían hacerlo.

Las calles de las ciudades desde hace más de cien años son dominadas por los vehículos motorizados, los cuales fueron desplazando a las personas hacia los lados y dejando poco espacio para caminar, y entonces ese espacio publico quedó reducido para las personas y acomodado más a la circulación vehicular; que con el paso del tiempo y no teniendo más espacio para acomodar más autos han empezado a ocupar terreno que no le es propio como las veredas.

Se busca permanentemente evitar la ocupación ilegal del espacio público destinado a las personas, y creemos que más allá de la responsabilidad que nos cabe a cada uno, la infraestructura urbana debe acompañar esa necesidad que tienen las personas de recuperar el lugar que perdieron hace mucho tiempo.

El espacio público también es un lugar que debe mantenerse limpio y saneado, las personas muchas veces no toman conciencia de lo importante que es mantener la limpieza y el orden en las calles, sencillamente porque es un lugar de uso común y compartido y que todos debemos poder disfrutar en armonía protegiendo el medio ambiente.

Nada nos cuesta tirar un papel en el cesto de basura más cercano, un pequeño acto que nos dignifica como personas responsables en el cuidado del medio ambiente y del espacio público que es de todos, y por ser de todos es que debemos cuidarlo como si fuera nuestra casa. En la calle circulamos todos los días, para ir al trabajo, para hacer compras, para ir a la escuela, para pasear, entonces por qué no hacer que ese espacio este cuidado.

Es nuestra absoluta responsabilidad cuidar el espacio público, ya sea cuando conducimos un vehículo o cuando caminamos por la calle; y recuerda siempre que cuidar lo que tenemos es cuidarnos a nosotros mismos.